De la prisión polaca a la alfombra roja en Moscú:  la doble vida de Pablo González

Fin de la farsa: La libertad de Pablo González destapa su vida secreta como agente del GRU

El pasado 1 de agosto, un complejo intercambio de prisioneros entre potencias internacionales devolvió a Pablo González a suelo ruso. Sin embargo, lejos de ser recibido como el periodista víctima de un error judicial que su defensa pregonaba, la bienvenida de alfombra roja y la ovación a “los héroes que trabajaron por la Patria” pronunciada por Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, desvelaron la verdadera naturaleza de su detención en Polonia.

Pavel Rubtsov, el nombre que se escondía tras la máscara.

Nacido en Moscú como Pavel Alekseevitch Rubtsov, González, hijo de padre ruso y madre española, se trasladó a España en 1991. A pesar de adoptar el nombre de Pablo González Yagüe, las autoridades rusas siempre lo reconocieron con su identidad original, como demuestra el pasaporte ruso expedido a su nombre en Barcelona en 2006.

Pasaporte ruso de Pavel A. Rubtsov, expedido en Barcelona el 27 de diciembre de 2006. Imagen vía Público.

Tejiendo una red de engaños: Infiltración en el activismo ruso.

Tras la fachada de periodista freelance especializado en el espacio exsoviético, González logró infiltrarse en círculos sensibles para la inteligencia rusa. Según el medio de investigación Agentstvo, se acercó a Zhanna Nemtsova, hija del opositor ruso Boris Nemtsov, asesinado en 2015, y colaboró con la fundación pro derechos humanos creada en su memoria: la Boris Nemtsov Foundation for Freedom.

Pablo González con Zhanna Nemtsova (izquierda), hija del asesinado líder opositor ruso Boris Nemtsov. Imagen vía Público.

Agentstvo también reveló sus vínculos con otros opositores como Vladimir Kara-Murza, condenado a 25 años de prisión por “alta traición” por su postura contra la invasión a Ucrania. Precisamente, Kara-Murza fue uno de los prisioneros liberados junto a González. Uno de los objetivos de González habría sido una escuela de periodismo de verano a la que asistieron ciudadanos estadounidenses y ucranianos, posiblemente la Boris Nemtsov Summer School of Journalism celebrada en Praga en 2018.

Pablo González con el político opositor ruso Iliá Yashin (2º por la derecha). Ambos serían intercambiados el 1 de agosto de 2024. Imagen vía agentstvo.

Las pruebas, obtenidas de dispositivos electrónicos incautados a González, sugieren que sus actividades iban más allá del periodismo. Informes con formato de notas de inteligencia, en lugar de artículos periodísticos, y el reembolso de gastos por dichas actividades apuntan a una agenda oculta. Adicionalmente, información de la base de datos del sistema de reservas ruso Sirena-Travel, obtenida por el grupo ucraniano Muppet, muestra que alguien compró dos billetes a nombre de Pavel Rubtsov y Sergei Turbin, un individuo vinculado al GRU, para un viaje en 2017. Christo Grozev, reconocido periodista de investigación, relaciona a Turbin con el departamento del GRU encargado de los “agentes ilegales”.

Las grietas en la narrativa del periodista inocente.

A pesar de los esfuerzos de su entorno por presentarlo como víctima de un error judicial, la realidad se impuso. La revelación de su doble identidad, sus vínculos con el GRU confirmados por el propio jefe de inteligencia británico, Richard Moore, durante un foro del Aspen Institute en 2022, y la ausencia de cargos formales tras dos años de prisión preventiva en Polonia, desmontan la imagen del periodista perseguido. Incluso The Economist, en un artículo sobre los servicios de inteligencia rusos, mencionó el caso de González, señalando que, según una fuente ucraniana, su objetivo en Ucrania era una “unidad cibernética”.

Mientras su defensa, liderada por el controvertido abogado Gonzalo Boye, denunciaba la falta de acceso a la información y la indefensión jurídica, el abogado polaco de González, Bartosz Rogala, confirmaba en una entrevista en la televisión pública vasca que conocían las acusaciones y que la investigación se extendía a varios países. La narrativa de la defensa también se vio debilitada por las informaciones que indicaban que González recibía visitas de familiares, amigos y el cónsul español en prisión.

El silencio cómplice de Rusia y el malestar en Polonia.

La llegada triunfal de González a Moscú, recibido como un héroe por las autoridades rusas, contrasta con el silencio sepulcral sobre las acusaciones de espionaje. El Kremlin, lejos de denunciar una supuesta persecución, se limita a confirmar que los prisioneros liberados “trabajaron por la Patria”. Dmitri Medvédev, en su canal de Telegram, llegó a afirmar que preferiría que “los traidores a Rusia se pudrieran en una mazmorra”, pero que era más útil “traer a nuestra gente que trabajó por el país”.

Recepción con alfombra roja y guardia de honor en Moscú. Pablo González al fondo. Imagen vía The Wall Street Jorunal.

En Polonia, la liberación de González ha generado malestar. Mariusz Kamiński, exministro de Interior, reveló en la red social X que se desaprovechó la oportunidad de canjearlo por ciudadanos polacos encarcelados en Rusia y Bielorrusia. El canje, que no incluyó a ningún ciudadano polaco, ha sido visto como un desperdicio de una valiosa baza por parte del actual gobierno polaco.

Pablo González subiendo en Ankara al avión que lo llevaría a Moscú en una condición física que no tiene nada que ver con el relato transmitido por su entorno. La camiseta dice «Tu imperio te necesita».

El legado de un engaño

El caso de Pablo González expone la capacidad de la inteligencia rusa para infiltrarse en diversos países y manipular u obtener información de un amplio espectro de organizaciones, en esta ocasión, ocultándose bajo la fachada de un periodista comprometido. Su historia nos recuerda la importancia crucial de la rigurosidad informativa y la necesidad de preservar la confianza en los medios de comunicación con una trayectoria sólida, así como en las instituciones de los países que conforman la Unión Europea. Mientras tanto, el proceso judicial contra González en Polonia sigue su curso. La fiscalía polaca, según reportó el diario Rzeczpospolita, ultima la acusación en su contra con el objetivo de llevarlo a juicio. De manera paralela, el canal de Telegram “Zergulio”, con una base de decenas de 350 mil seguidores, lo identifica como “agente del GRU español”. La máscara del periodista inocente ha caído, revelando el verdadero rostro del espía que operaba bajo el engaño en España.

Desinformación sobre Pablo Gonzalez:

Más información sobre Pablo Gonzalez:

Naryshkin anuncia el regreso al trabajo de los presos rusos liberados en el intercambio.
Contundente declaración que despeja cualquier duda sobre la naturaleza de las actividades de los ciudadanos rusos intercambiados con el Occidente. El máximo responsable del Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR), Sergei Naryshkin, los calificó públicamente como “colegas”. Añadió que, tras un merecido descanso en suelo patrio, estos individuos retomarán sus funciones.
Con estas palabras a la agencia de noticias RIA Novosti, Naryshkin no solo confirma la pertenencia de los repatriados al aparato de inteligencia ruso, sino que además reafirma el compromiso del Kremlin con sus agentes, incluso cuando son capturados en el extranjero.
https://lenta.ru/news/2024/08/08/naryshkin-anonsiroval-vozvraschenie-obmenyannyh-v-rf-zaklyuchennyh-k-rabote-posle-otdyha/


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