¿O Prefieres esto?
El mensaje de Blinken (y del Presidente Biden) es muy claro:
Las democracias occidentales sí que chocan y acaban luchando contra sistemas autoritarios y grupos de yihadistas fanáticos. El discurso de la visita de Blinken se centró en el compromiso de apoyar Ucrania a largo plazo. El día siguiente, el viaje se había convertido en viral. Pues, ¡Bien hecho!
Antes a soltar tus críticas, quizá deberías de acordarte y compararlo con las estrambóticas exhibiciones públicas de Putin.
Cosas como montar a caballo descamisado, colocar un transmisor satelital a un tigre (sedado) o los vuelos en aviones militares.
No obstante, la comparación más justa debe ser con la interpretación de “Blueberry Hill”, que comenzó con un infantil solo de piano y culminó con una especie de sketch cómico de si mismo: donde un nervioso ex agente del KGB intenta – y falla – proyectar su lado más amable…
Putin:
¿Dónde está el dinero? ¿En Blueberry Hill?
Lo que se anunció como un concierto benéfico para ayudar a niños enfermos se convirtió en una descarada muestra de cleptocracia. Meses después del evento adornado por Putin, los fondos prometidos a los hospitales infantiles para el tratamiento del cáncer no han llegado a su destino.
The Economist expuso este escandaloso caso.
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