¡Giro inesperado en Diario Red! Revelan al único salvador del apocalipsis sionista… Pablo Echenique  

Y de paso, volvieron a repetir que son el único medio que te cuenta lo que el lobby de zion no quiere que sepas (y también algunas cosas que sí)

Transcripción de la conversación:

Roni Kaplan: Y yo, realmente, le creo a Irán cuando dice que quiere borrar a Israel del mapa, al igual que este señor Echenique.

Pablo Echenique: Este señor es el portavoz de un genocidio. Y entonces yo, quiero aquí, como os he hecho la metáfora esta de los coches, si yo voy por una autopista y todos los coches van en la dirección del genocidio y yo voy al revés, yo encantado de la vida de ir al revés. Yo con los que matan niños sin motivo, con esos no voy. Y lo del antisemitismo es ya patético. O sea, que gente que está asesinando civiles sin ningún tipo de medida, destruyendo completamente la Franja de Gaza, cortándoles el agua, cortándoles la luz, destruyendo hospitales, escuelas, destrozando todo, haciendo terrorismo de estado en un país vecino. ¿Os imagináis que en la época de ETA hubiéramos hecho estallar un montón de bombas en Bilbao, matando a muchísima gente y el CNI nos hubiera dicho: “No, no, es que estábamos persiguiendo terroristas. Sí, sí, hemos herido a 5.000 civiles en Bilbao, pero es que el CNI estaba persiguiendo terroristas”? Bueno, sinceramente, yo creo que lo que hay que hacer para evitar la escalada es parar el peor genocidio del siglo XXI que está llevando a cabo el ejército del cual este señor es portavoz. Por favor.

Roni Kaplan: Echenique está cometiendo un fraude, es parte de una industria de mentiras. Y vuelvo a repetir, está intentando instalar una narrativa enraizada culturalmente en los libelos más oscuros y perversos contra los judíos a lo largo de la historia. Es una miseria lo que está haciendo. Estamos luchando contra una coalición, un eje liderado por Irán, que habla abiertamente, onda récord, de destruir el Estado de Israel. Y yo, realmente, le creo a Irán cuando dice que quiere borrar a Israel del mapa, al igual que este señor Echenique.

Pablo Echenique: ¡Qué sinvergüenza, qué sinvergüenza! Sinvergüenza -susurró Echenique-. A ver, ha dicho que yo quiero… Sí, sí, sinvergüenza -susurró-. Ha dicho que yo quiero borrar a Israel del mapa. No, está…

Roni Kaplan: Diciendo que Israel no tiene derecho a defenderse. Eso es exactamente decir que…

Pablo Echenique: ¡Lo primero, lo primero! Hay millones de judíos, millones, que están en contra del genocidio que está perpetrando el gobierno de Netanyahu en la Franja de Gaza. ¡Miles de millones! Millones de judíos. Este señor no representa al judaísmo. Representa al gobierno de Benjamin Netanyahu, que está cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza. Y a mí, un portavoz del peor genocidio del siglo XXI, no me acusa de nada. A mí no me acusa de nada. Mira,

Roni Kaplan: Te voy a decir…

Pablo Echenique: …una cosa, Roni. Que ese tipo que es portavoz del asesinato masivo de niños, ese tipo no se pone moralmente por encima de mí. Lo siento, pero no se pone.

Roni Kaplan: El grupo terrorista Hamás y Hezbollah, durante 17 y 18 años, respectivamente, han estado intentando mimetizarse, incrustarse dentro de la población civil, y lo que están buscando, justamente para seguir sobreviviendo, son este tipo de Echeniques.

Pablo Echenique: ¡Un orgullo, un orgullo, un orgullo ser el adversario de los genocidas! Sí, sí. La cantidad de personas LGTBI y de mujeres que habéis matado en Gaza… pero vamos, muchísimas. Así que no me hagas… ¿En Gaza LGTBI? No me hagas…

Roni Kaplan: No me hagas pinkwashing. No me hagas…

Pablo Echenique: …pinkwashing. ¡En Gaza! Las cifras, las cifras. Más de 41.000 civiles asesinados, con nombres y apellidos.

Roni Kaplan: ¿Civiles? ¿Civiles asesinados? Quiero ver sus apellidos. Lo que estáis haciendo es mentira, es mentira, aviso. Todo es mentira.

Pablo Echenique: Está bien. Más de 41.000 asesinados y la ONU calcula que hay una buena cantidad más debajo de los escombros, porque no hay que olvidar que esta gente… que esta gente ha destruido más del 60% de las edificaciones en la Franja de Gaza. Con lo cual, la cantidad de asesinados debajo de las piedras que puede haber, pues os lo podéis imaginar. Lo del ratio que está vendiendo tampoco es verdad. De hecho, basta ver, por ejemplo, la guerra de Ucrania. En la guerra de Ucrania, las bajas militares en ambos bandos se cuentan por cientos de miles, en ambos bandos, y, sin embargo, las bajas civiles se cuentan por decenas de miles. Es decir, son, como mínimo, diez veces inferiores. O sea, que esto que está diciendo de que uno a uno… además de que es mentira que sea uno a uno, pero vamos, aunque fuera uno a uno… uno a uno serían, entonces, 40.000 terroristas los que habrían dado. ¡Claro! Sería una barbaridad, sería como si Putin hubiera asesinado a 200.000 ucranianos, sería una auténtica barbaridad. Y, por último, antes, cuando no había teléfonos móviles, los genocidios se podían llevar a cabo sin que nadie lo supiera y podía salir un portavoz y contarte todo esto y te lo tenías que creer. Ahora hay teléfonos móviles.

El discurso de Echenique sobre el conflicto palestino-israelí es un claro ejemplo de cómo la manipulación y la tergiversación se utilizan para promover una agenda política, sacrificando la verdad y el análisis objetivo en el proceso. Su uso irresponsable de la palabra “genocidio” y la distorsión de la realidad revelan la falacia de su argumentación.

Categorías legales del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional

Esta clasificación es una aproximación ya que cada caso presenta sus propias complejidades. Sin embargo, al considerar el alcance del daño, la intención detrás de los actos, se puede comprender la gravedad relativa de estos crímenes.

  • Crímenes de guerra: Provocan muerte, sufrimiento y daños físicos a las víctimas, así como un impacto negativo en el desarrollo del conflicto armado.
  • Limpieza étnica: Además de las graves consecuencias para las víctimas inmediatas, la limpieza étnica puede desestabilizar regiones enteras, generar éxodos masivos y provocar tensiones étnicas duraderas.
  • Crímenes contra la humanidad: Generan un trauma profundo y generalizado en la sociedad, socavan la cohesión social y pueden tener efectos devastadores en las generaciones futuras.
  • Genocidio: Representa la más grave atrocidad contra la humanidad, dejando un legado de destrucción cultural, sufrimiento inimaginable y una pérdida irreparable para la humanidad en su conjunto.

La acusación de genocidio es un asunto extremadamente serio que requiere evidencia contundente. Si bien es cierto que Sudáfrica presentó una acusación formal contra Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), este NO ha corroborado la existencia de un genocidio. Las medidas cautelares emitidas por el TIJ no implican una declaración de culpabilidad, sino un llamado a la prevención de posibles atrocidades.

La insistencia de Echenique en utilizar la palabra “genocidio” 8 veces en 5 minutos, sin pruebas sólidas y a pesar de la falta de respaldo por parte del TIJ, demuestra una clara intención de manipular la percepción del conflicto.

La comparación que hace entre la respuesta de Israel a los ataques de Hamás con el terrorismo de ETA ignora diferencias cruciales. Israel, como Estado soberano, tiene el derecho y la obligación de defender a sus ciudadanos de un grupo terrorista que lanza cohetes indiscriminadamente contra su población civil.

Sus afirmaciones sobre el asesinato de miles de personas LGTBI en Gaza no solo son infundadas, sino también muestran el deseo de instrumentalizar a una comunidad vulnerable para atacar a Israel. Esta afirmación ignora la realidad de la Franja de Gaza bajo el control de Hamás, donde la homosexualidad es ilegal y perseguida.

El fanatismo de Echenique alcanza su punto máximo al hablar de las víctimas de ambos conflictos. Su discurso está plagado de una falta de respeto por la vida humana que resulta repelente, especialmente viniendo de alguien que se presenta como defensor de la justicia social.

Echenique utiliza las cifras de forma manipuladora siempre con el objetivo de demonizar a Israel y ningunear el sufrimiento en Ucrania. En el caso de Palestina, lanza la cifra de “41 mil civiles” muertos, una cifra infundada ya que ignora por completo las bajas militares de Hamás y Hezbollah. Es como si quisiera presentarnos una imagen donde Israel solo ataca a civiles inocentes, obviando que Hamás utiliza a su propia población como escudos humanos y que muchos de sus combatientes (al no llevar uniforme) se esconden entre la población civil.

Pero donde su cinismo se vuelve realmente repugnante es al hablar de Ucrania. Fijaros en el cambio del tono: de la cifra concreta y emocionalmente cargada de Palestina, pasa a hablar de “bajas militares” en Ucrania, dividiendo la estimación entre 10 con una frialdad pasmosa. Y cuando llega a las víctimas civiles ucranianas, suelta un despreocupado “decenas de miles”. O sea, decenas “más o menos”! Esto demuestra que le importa una mierda de cuántas personas han muerto en Ucrania. Aquí sólo son números que minimiza y utiliza para justificar su discurso anti-occidental y su apoyo a Rusia.

Este doble rasero, esta falta de empatía hacia el sufrimiento en Ucrania, es lo que desenmascara la verdadera naturaleza de Echenique y de aquellos que comparten su ideología. No se trata de defender la justicia o a los oprimidos, sino de seguir una agenda política preestablecida donde cualquier medio justifica el fin. Y si para ello hay que manipular cifras, ignorar el sufrimiento de unos y magnificar el de otros, no dudan en hacerlo. Es una banalización de la muerte y el sufrimiento humano que debería de repugnar a cualquier persona con un mínimo de civismo.

En definitiva, el discurso de Echenique no busca un debate honesto sobre el conflicto palestino-israelí, sino difundir una narrativa sesgada que demoniza a Israel y justifica las acciones de Hamás. Su uso de la propaganda, las falacias y la manipulación emocional son estrategias que buscan socavar la verdad y obstaculizar un análisis objetivo del conflicto.

Cómo se responde al portavoz de un ejército genocida

Texto del editorial de @diario_red_

Cómo se responde al portavoz de un ejército genocida

Al verse por primera vez confrontado, Kaplan se desestabilizó por completo, repitió el apellido de Echenique decenas de veces y acusó al científico de desear la destrucción de Israel

Editorial

Editorial 

03/10/24 |Actualizado: 03/10/24 | 11:47

Desde que comenzó el genocidio en la Franja de Gaza por parte del ejército de Israel después del atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023 y mientras el gobierno de Netanyahu iba acumulando civiles asesinados hasta llegar a más de 40.000 personas —según las estimaciones más conservadoras—, durante todo el último año y mientras las bombas israelíes iban destruyendo hospitales, escuelas, universidades, todo tipo de infraestructuras y, por supuesto, viviendas particulares, hasta llegar a un nivel de destrucción de más del 60% de todas las edificaciones de la Franja, mientras el Mossad perpetraba un atentado terrorista en el Líbano haciendo estallar cientos de dispositivos de comunicación, matando a decenas de civiles en lugares públicos de todo el país y causando miles de heridos, mientras el ejército de Israel bombardeaba Beirut, asesinaba a más de 1600 libaneses e invadía el país por el sur, su portavoz para España, el capitán Roni Kaplan, se ha paseado por la práctica totalidad de las televisiones y radios de nuestro país para justificar la sangrienta operativa.

En cada una de sus intervenciones mediáticas, Kaplan ha tocado todas las teclas de los lugares comunes de la propaganda genocida una y otra vez: que Israel tiene derecho a defenderse, que la operación militar está siendo todo lo quirúrgica que es posible y que tienen muchísimo cuidado de no causar bajas civiles, que eso es muy difícil —sin embargo y aunque ellos lo intentan con denuedo— porque Hamás se oculta en los hospitales, en las escuelas, en las ambulancias, en los vehículos de las ONG, en los edificios de la ONU y utiliza a los niños como “escudos humanos”, que son la única democracia de Oriente Medio, que ellos sí defienden los derechos LGTBI —excepto, quizás, a lo mejor, los derechos de las personas LGTBI palestinas que son asesinadas bajo las bombas—, que están peleando por la libertad y la democracia y que cualquiera que se atreva a negar mínimamente cualquiera de estos argumentos es un antisemita defensor del holocausto y admirador de Adolf Hitler.

Lo que se había encontrado siempre el capitán Roni Kaplan en los medios españoles es la más absoluta impunidad y nadie que le hiciera frente. Hasta ayer

A pesar de lo burdo de la propaganda genocida, a pesar de lo insultante de sus argumentos —mucho más cuando se utilizan para justificar una matanza—, a pesar de que vivimos en una época en la que todo el mundo tiene teléfonos móviles, a pesar de que la propia ONU ha definido lo que está haciendo Israel en Gaza como un genocidio, a pesar de todo ello, lo que se había encontrado siempre el capitán Roni Kaplan en los medios españoles es la más absoluta impunidad y nadie que le hiciera frente. Hasta ayer.

Todo es Mentira —el programa de la tardes de Cuatro, presentado por Risto Mejide— arrancaba la mesa de debate como todos los días a las 15:30 con el tema más importante de la actualidad internacional: el ataque con misiles balísticos de la República Islámica de Irán sobre territorio israelí. En la mesa, los colaboradores políticos del día eran Zaida Cantera (exdiputada del PSOE y comandante del ejército en la reserva), Xavier Albiol (alcalde racista del PP en Badalona) y Pablo Echenique (científico del CSIC, exportavoz de Podemos en el Congreso y coordinador de Diario Red junto a Pablo Iglesias). Después de un breve debate en la mesa sobre la situación y su posible evolución futura, Risto dio paso al capitán Roni Kaplan como tantas otras veces, pero, esta vez, lo que pasó fue diferente. Por primera vez en todo un año de genocidio, el portavoz del ejército de Israel se encontró con alguien que no tenía miedo de decirle la verdad aunque eso pudiera tener graves consecuencias personales.

Lo mejor es que veas el vídeo:

Ayer, Pablo Echenique, por primera vez en un medio de comunicación de nuestro país, llamó “genocida” al genocida, no se dejó amedrentar por los intentos de ejercer violencia política con los que —varias veces— Kaplan trató de hacerlo callar y desacreditarlo, y fue capaz de expresar varios de los elementos con los que Kaplan nunca había sido confrontado antes: las brutales cifras de asesinatos de civiles, el terrorismo de Estado que Israel ha ejercido en el Líbano o el hecho de que los sionistas bajo el mando de Netanyahu no representan a los judíos sino solamente a aquellos que están a favor del genocidio.

Al verse por primera vez confrontado, Kaplan se desestabilizó por completo, repitió el apellido de Echenique decenas de veces, acusó al científico de desear la destrucción de Israel, justificó como aceptable una estadística —inventada, en todo caso, por la propaganda israelí— de un civil asesinado por cada “terrorista” asesinado —lo cual fue señalado con estupefacción por el propio Risto por lo siniestro del argumento— y acabó huyendo de la entrevista de una forma tragicómica alegando que tenía mejores cosas que hacer y que se iba con su pareja.

En Canal Red y en Diario Red trabajamos para que nuestros referentes más conocidos participen en los medios de comunicación tradicionales y podamos dar la batalla ideológica también en ese campo de juego

En Canal Red y en Diario Red, no solamente tenemos un compromiso con el periodismo riguroso con una línea editorial de izquierdas, no solamente hemos hecho nuestra la obligación de publicar aquellas noticias que los verdaderamente poderosos —los grandes poderes económicos, la cúpula de la judicatura, los grandes poderes mediáticos— no quieren que se conozcan. Además, trabajamos para que nuestros referentes más conocidos —Pablo Iglesias, Manu Levin, Laura Arroyo o Pablo Echenique— participen en los medios de comunicación tradicionales y podamos dar la batalla ideológica también en ese campo de juego.

Que haya sido uno de los nuestros el primero que le ha parado los pies al portavoz de los genocidas en pleno directo no es ninguna casualidad. Y, si lo podemos hacer con honestidad, con valentía y con las manos libres, es únicamente gracias al apoyo de nuestros socios y socias. Si ya colaboras con nosotros, puedes estar orgullosa/a de lo que ocurrió ayer porque fuiste parte de ello. Si todavía no apoyas el proyecto —y te lo puedes permitir—, te animamos a que lo hagas para que podamos seguir creciendo y para que nuestra voz —que es tu voz— se escuche cada vez más alta y más fuerte.

Este artículo de Diario Red no es periodismo, es un panfleto de propaganda disfrazado con palabras grandilocuentes y una manipulación burda de la realidad.

Analicemos las falacias y tergiversaciones que lo plagan:

Falacia del lenguaje emotivo y la generalización: Desde la primera línea, se utiliza un lenguaje incendiario y carente de objetividad. Se habla de “ejército genocida”, “matanza”, “propaganda genocida” sin aportar pruebas sólidas que sustenten estas acusaciones. Se busca generar una reacción emocional en el lector, no una reflexión crítica.

Falsificación y exageración: Se repiten cifras infladas y sin fundamento sobre las víctimas en Gaza, acusando a Israel de “genocidio” a pesar de que ningún organismo internacional con credibilidad lo ha corroborado. Se magnifican las acciones de Israel mientras se minimizan o justifican las de Hamás, presentando una imagen distorsionada desde que estalló el conflicto.

Falacia ad hominem y falacia del espantapájaros: Se ataca constantemente al capitán Kaplan, no por sus argumentos, sino por su posición como portavoz de Israel. Se le acusa de “tocar las teclas de la propaganda genocida” y se ridiculizan sus explicaciones, creando un “hombre de paja” que resulta fácil de derribar.

Doble rasero y sesgo ideológico: Se acusa a Israel de terrorismo de Estado por defenderse de los ataques de Hamás, un grupo terrorista reconocido internacionalmente. Se ignora por completo el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra civiles israelíes, así como la responsabilidad de Hamás en el sufrimiento de la población de Gaza.

Falacia de la falsa dicotomía: Se presenta a Echenique como el único capaz de “decir la verdad” y enfrentarse a la “propaganda israelí”, creando una falsa dicotomía entre “buenos” y “malos”. Se ignora que existen múltiples perspectivas sobre el conflicto, y se descalifica a cualquiera que no se adhiera a la narrativa pro-palestina más radical.

Autopromoción y llamado a la acción: El artículo termina con una descarada autopromoción de Diario Red y Canal Red, presentándose como los únicos medios que “dicen la verdad” y “luchan contra el poder”. Se utiliza la manipulación emocional para captar socios y financiación, aprovechando un conflicto complejo para su propio beneficio.

En definitiva, este artículo es un ejemplo de cómo NO se debe informar sobre un conflicto. En lugar de buscar la verdad y el análisis objetivo, se recurre a la propaganda, la manipulación y la desinformación. Un ejercicio irresponsable que solo contribuye a alimentar el odio y la polarización.

 


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