Propaganda de Rafael Poch (14 falacias): Nos llevan a una guerra mayor

Rafael Poch  4/06/2024Texto original publicado en ctxt.es

IMPERIOS COMBATIENTES

Nos llevan a una guerra mayor

La resistencia rusa está provocando el incremento de la temeridad de Occidente en su ofensiva. [a]Eso obliga a Moscú a prepararse para el escenario de un conflicto aún más directo y largo con la OTAN

Instalación rusa de radar de alerta temprana en Voronezh. / Ministerio de Defensa ruso

El 23 de mayo, Ucrania atacó con drones la estación de radares de Armavir (Krasnodar, al norte del Cáucaso). Tres días después, el día 26, el mismo ataque se repitió contra la estación de Oremburgo (Siberia Occidental), a 1.700 kilómetros al noreste de Armavir. Ambas instalaciones forman parte del sistema ruso de alerta temprana de misiles nucleares. Su función es identificar el vuelo de misiles intercontinentales americanos hacia Rusia. Ninguno de esos radares tiene relevancia en el conflicto de Ucrania. [b]En cambio, esos sistemas son muy importantes en caso de guerra nuclear, porque destruirlos significa cegar la vigilancia estratégica de Rusia. Es decir, son irrelevantes en el actual conflicto, pero cruciales desde el punto de vista de la seguridad estratégica global.

Durante la Guerra Fría (ahora podríamos hablar más bien de “primera guerra fría”) esas instalaciones eran fundamentales para la “destrucción mutua asegurada” (MAD, por sus siglas en inglés), es decir: garantizaban que el primero en disparar sería el segundo en morir, pues una vez detectado el ataque nuclear del adversario americano, que a diferencia de la URSS contemplaba la hipótesis de un “primer golpe”, se ponía en marcha la respuesta soviética que la doctrina informal de la época definía como “sokrushitelny otvetny udar” (el golpe de respuesta aplastante).

Atacar con drones esos radares es algo “difícilmente imaginable sin mediar consulta con los principales aliados de Ucrania y acaso con instrucciones de ellos”, en palabras del experto suizo en seguridad Leo Ensel.

Durante la Guerra Fría esas instalaciones eran fundamentales para la “destrucción mutua asegurada”

El ataque contra los sistemas rusos de alerta temprana de misiles nucleares ha sido lo suficientemente grave como para que los medios de comunicación rusos lo ignoraran, pero no es el único dato. En los últimos días los principales estados de la OTAN han autorizado a Ucrania a atacar objetivos en suelo ruso con misiles de alcance intermedio y corto (IRBM) que ellos suministran. Así lo han manifestado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el presidente francés, Emmanuel Macron; el portavoz del canciller alemán; el ministro de Exteriores británico, David Cameron; y todos ellos después de que el jefe, el presidente Biden, “permitiera a Ucrania golpear territorio ruso”, pretendiendo al mismo tiempo que es solo para defender la ciudad de Járkov y que “la política de permitir ataques de misiles de largo alcance en el interior de Rusia no ha cambiado”. Esos misiles de hasta 300 kilómetros de alcance pueden impactar en ciudades rusas como Kursk, Bélgorod, Vorónezh, Rostov y Volgogrado. Recordemos que, en marzo de 2022, Biden decía que “la idea de que vayamos a enviar armas ofensivas, tanques y aviones con pilotos y operadores americanos significaría tercera guerra mundial”.

Hay que tener en cuenta que los disparos de misiles de alcance intermedio y corto de la OTAN por parte de Ucrania “dependen de las directivas americanas en materia de precisión”, como informó The Washington Post en su edición del 9 de febrero de 2023, citando fuentes ucranianas y de Estados Unidos:

“Altos funcionarios ucranianos informaron de que las fuerzas armadas ucranianas casi nunca disparan armas modernas sin recibir coordenadas de posición concretas de los militares americanos desde sus bases europeas. Altos funcionarios americanos reconocieron, en condiciones de anonimato, que su colaboración en la dirección hacia objetivos ayuda a garantizar la exactitud y la máxima eficacia del gasto en munición”.

Rusia y China han tomado buena nota de la amenaza al más alto nivel. La declaración conjunta ruso-china, tras el encuentro de mediados de mayo en Pekín entre Putin y Xi Jinping, condenó “las acciones de EEUU para desplegar misiles terrestres de alcance intermedio en la región de Asia-Pacífico”. “Estados Unidos afirma que continuará con estas prácticas con el objetivo último de establecer despliegues rutinarios de misiles en todo el mundo. Ambas partes condenan enérgicamente estas acciones, que son extremadamente desestabilizadoras para la región y suponen una amenaza directa para la seguridad de China y Rusia, y reforzarán la coordinación y la cooperación para responder a la política hostil y poco constructiva de doble contención de Estados Unidos hacia China y Rusia”.

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, observa con preocupación que los misiles de la OTAN en Ucrania “tendrán la capacidad de apuntar a puestos de mando [rusos] y emplazamientos de despliegue nuclear”. La semana pasada, Putin advirtió a los países europeos que “antes de empezar a hablar de golpear en profundidad territorio ruso, tendrían que tener en cuenta que los suyos son países pequeños y densamente poblados”.[c]

Las armas rusas precisaban de semanas para ser transportadas a un estado operativo similar al de la OTAN

Rusia y Bielorrusia han realizado en mayo movimientos con sus armas nucleares tácticas para aumentar la rapidez de su disponibilidad. Si las bombas nucleares de Estados Unidos en Europa (bombas nucleares de aviación almacenadas en hangares) son utilizables en una cuestión de horas, las armas rusas precisaban de semanas para ser transportadas desde su estado (técnicamente descrito en ruso como “en el almacén”) a un estado operativo similar al de la OTAN. Eso ya se ha hecho y forma parte de la respuesta rusa a la escalada de la OTAN.[d] Otros escenarios de respuesta que los expertos manejan en los debates de la televisión rusa, más con preocupación que jactancia, son un ataque ruso al centro logístico de la OTAN en Rzeszów, Polonia, donde se concentran y distribuyen a Ucrania los misiles para atacar a Rusia, o la destrucción de los drones americanos que desde el mar Negro guían esas armas, algo que el general retirado Evgeny Buzhinsky, uno de los principales comentaristas militares rusos, ha mencionado varias veces en la tele como hipótesis en los últimos meses.

“Si Europa se enfrentara a esas consecuencias, ¿qué haría Estados Unidos, teniendo en cuenta nuestra paridad estratégica en materia de armamento? ¿Buscan un conflicto global?”, se preguntaba Putin a finales de mayo.

Esa pregunta tiene treinta años de historia en Moscú y no ha dejado de estar presente desde que quedara claro el objetivo –ahora abiertamente declarado por Estados Unidos, años atrás solo debatido y objeto de controversia entre expertos rusos– de derrotar estratégicamente a Rusia.[e] La actual escalada forma parte del modus operandi gradual de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría: primero su ampliación territorial (1999 y 2004)[f], luego el despliegue de misiles en Polonia y Rumanía[g]la retirada unilateral de acuerdos de desarme (Bush y Trump)[h], el tanteo en Georgia (en 2008, ahora reeditado con la revuelta contra un gobierno georgiano prooccidental pero reacio a ser utilizado como segundo frente militar contra Rusia), la guerra por procuración en Ucrania (2014) y, cuando Rusia reaccionó, el gran escándalo por la “agresión no provocada”.

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Mapa del alcance en territorio ruso de diversos misiles occidentales. / RT

Las responsabilidades de Rusia (y desde luego también de Ucrania) en la génesis y desencadenamiento de la guerra son claras, sin embargo son mucho menores que las de Estados Unidos y sus vasallos europeos. La opinión pública occidental, que, en general, comprende las criminales responsabilidades de Israel y sus padrinos occidentales en la masacre de civiles en Palestina –responsabilidades que hasta su “justicia internacional” considera “plausible genocidio”–, aún no entiende quién es el principal responsable de la carnicería de Ucrania. “Al fin y al cabo ha sido Rusia la que ha invadido”, se dice, como podrían decir sobre el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre. La comparación es inválida, porque Rusia, a diferencia de Palestina, es la más fuerte, “no es David, sino Goliat”, y los ucranianos tienen derecho a la autodeterminación y a defenderse, se argumenta. Rusia, efectivamente, es más fuerte que Ucrania, pero mucho más débil que las fuerzas sumadas de EEUU y la Unión Europea, que animan la guerra contra ella con armas y dinero desde mucho antes de la invasión rusa de febrero de 2022. [i]Respecto a la autodeterminación de los ucranianos, ¿de cuáles de ellos? ¿Los de Crimea y el Donbás tienen derecho a ella? En cualquier caso, esa autodeterminación ha sido pisoteada por todas las potencias que intervienen en el conflicto y también por el propio Gobierno ucraniano… [j]El debate es más complejo de lo que se ofrece al público. Con un debate serio las responsabilidades de la guerra de Ucrania serían, seguramente, adjudicadas en un 70% a Occidente,[k] con el restante 30% repartido entre la élite rusa y la ucraniana.

La opinión pública occidental aún no entiende quién es el principal responsable de la carnicería de Ucrania

Treinta años de desinformación de nuestros medios de comunicación en materia de seguridad europea, así como las propias complejidades del conflicto, explican la incomprensión de la “izquierda de derechas” europea sobre la guerra de Ucrania.[l] Pero, como dicen dos profesores canadienses, “puede que haga falta otra conflagración, esta vez entre China y Estados Unidos, para que el foco se centre en el único y principal pirómano”.

“Rusia tiene claramente la sartén por el mango, desarmando metódicamente a Ucrania, destruyendo las más modernas armas occidentales que le suministran y vaciando los arsenales de la OTAN”, dicen. “El triunfalismo occidental se está convirtiendo en pánico, abatimiento, desvaríos y poses. La apuesta de una fácil guerra por poderes contra Rusia se ha perdido”. Y esa realidad incrementa la temeridad. Eso obliga a Moscú a prepararse, económica e industrialmente, para el escenario de un conflicto aún más directo y largo con la OTAN. Ese conflicto quizás se extienda a otros frentes, fuera de Ucrania y fuera de Europa.[m]

Hay que repetirlo: nos llevan a una guerra mayor y nunca había existido una necesidad tan urgente de un movimiento social por la paz. La cuestión de la guerra debería estar en el centro del debate de las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, cuya relevancia no es mucho mayor que la de aquellas en las que se elige a los diputados de la Asamblea Consultiva del Pueblo Chino, o la Asamblea Suprema del Pueblo de Corea del Norte. Solo el voto a las minorías que entienden todo esto será un voto útil.[n]

[a]Invierte los roles desde el titular, reforzandolo en el subtítulo. 

Dice que “La resistencia rusa está provocando el incremento de la temeridad de Occidente en su ofensiva.”  De esta forma, fuerza a que el lector asuma que es Rusia que la está “resistiendo”, cuando fueron los rusos quienes iniciaron el ataque ilegal y no provocado.

[b]Esto es una falacia. Estos radares también detectan los movimientos de los drones y los movimientos del ejército ucraniano, así que son objetivos totalmente legítimos.

[c]Más que advertir, Putin amenazó con atacar zonas pacíficas de los países pequeños densamente poblados con armas nucleares, algo que ningún país de la OTAN hizo jamás.

[d]Para empezar estas declaraciones no se sustentan en ninguna fuente. Pero lo más importante es que se omite la pieza de información clave: Rusia, al iniciar su invasión a gran escala contra Ucrania fue el primer y el único país del mundo con arsenal nuclear que lo utilizó para intimidar al resto del mundo con utilizarlo si el “occidente osa a ayudar a Ucrania”. Repito y recalco, fue Rusia quien al invadir otro país soberano sin que este fuera una amenaza a la seguridad rusa, declaró que sus armas nucleares pasaran al nivel de máxima alerta (al equivalente del Defcon 2)

[e]Esto es una narrativa propagandista rusa. Para demostrar que es una falsedad se necesitan muchos argumentos basados en la realidad verificable. Trataré de resumir cada uno de los puntos clave y dejaré enlaces a  la extensa documentación basada en hechos que lo sustenta.

[f]No existió ninguna ampliación territorial, hubo una ampliación de la alianza a petición voluntaria de los países miembros. Es más , la unión de los países (1999-2004) fue recibida personalmente por Putin, como un movimiento totalmente favorable!

[g]El “despliegue” de misiles en Polonia y Rumanía fue una medida en respuesta de la agresión de Rusia. Este sistema de defensa de misiles (no nucleares) fueron desplegados en el 2016, 2 años después de que Rusia invadiera militarmente Crimea, con la posterior anexión ilegal (no reconocida ni por sus aliados como China) y la participación activa con armamento y personal militar en  Donbass.

[h]Afirmar que EEUU se retiró unilateralmente de los acuerdos de desarme con Bush y Trump sin mencionar el contexto histórico de violaciones e incumplimientos por parte del Kremlin es una falacia manipulativa. Busca presentar a Rusia como víctima de la situación, cuando en realidad su comportamiento a lo largo de los años ha erosionado la confianza y ha llevado a la ruptura de la arquitectura de seguridad global.

Señalar la salida de EEUU de estos acuerdos sin mencionar:

  1. La invasión y anexión ilegal de Crimea.
  2. La intervención militar en el este de Ucrania y el apoyo continuo a grupos separatistas.
  3. El desarrollo y uso de armas químicas prohibidas.
  4. El derribo del vuelo MH17 y la posterior obstrucción de la justicia.
  5. La violación de tratados internacionales como el Memorándum de Budapest.

…es omitir información crucial que explica la desconfianza de la comunidad internacional hacia Rusia y la decisión de algunos países de retirarse de acuerdos que Moscú ya no respetaba.

Presentar una narrativa incompleta y sesgada que ignora el historial de Rusia solo sirve para desinformar y perpetuar la impunidad. Es fundamental exigir una visión completa y honesta que reconozca la responsabilidad de Rusia en la ruptura del orden internacional y la necesidad de que rinda cuentas por sus acciones.

[i]“Rusia es más débil que las fuerzas sumadas de EEUU y la UE”:

Este argumento busca presentar a Rusia como víctima de una supuesta agresión occidental, cuando en realidad:

La OTAN es una alianza defensiva: Su objetivo es proteger a sus miembros, y no representaba una amenaza militar para Rusia antes de la invasión.

Apoyo a Ucrania: La ayuda occidental a Ucrania se intensificó después de la invasión rusa, como respuesta a la agresión.

Responsabilidad de Rusia: La narrativa de la amenaza occidental ignora la responsabilidad de Rusia en la escalada de tensiones y su decisión de iniciar la guerra.

3. “Los ucranianos tienen derecho a la autodeterminación y a defenderse”:

Esta afirmación, aunque cierta, es utilizada de manera hipócrita por la propaganda rusa.

Doble rasero: Rusia niega a Ucrania el derecho a elegir sus propias alianzas y modelo de desarrollo, mientras justifica la invasión como una forma de “liberar” al pueblo ucraniano.

Violación del derecho internacional: La invasión rusa viola la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, que protegen la soberanía y la integridad territorial de los Estados.

[j]Distorsión de la realidad en Crimea:

Rafael Poch omite deliberadamente que:

Rusia orquestó la anexión de Crimea: Invadió militarmente la península, organizó un referéndum ilegítimo bajo su coacción militar y luego lo utilizó para la anexión, violando el derecho internacional.

Reconocimiento internacional: La comunidad internacional, a excepción de un puñado de aliados de Rusia, no reconoce la anexión ilegal de Crimea.

Syria, North Korea, Belarus and Nicaragua

https://thehill.com/policy/international/3685791-these-four-countries-sided-with-russia-in-un-vote-on-ukraine-annexations/

[k]Sólo un 70%? Y Porqué no un 96.5%?

[l]Esta frase, común en la propaganda rusa, busca desviar la responsabilidad de la guerra en Ucrania hacia Occidente, utilizando falacias y tergiversaciones. Analicemos las estrategias de manipulación presentes:

1. Falacia del chivo expiatorio:

Se culpa a la “desinformación de los medios occidentales” y a la “izquierda de derechas” europea por la guerra, desviando la atención del verdadero responsable: el gobierno ruso que tomó la decisión de invadir un país soberano.

2. Falacia ad hominem:

En lugar de argumentar contra las críticas a la invasión, se ataca a quienes las hacen (“izquierda de derechas”), desacreditándolos con una etiqueta política vaga y confusa. Se busca generar división y polarización en la opinión pública.

3. Generalización simplista:

Se asume que toda la opinión pública occidental está desinformada y no comprende la situación, ignorando la diversidad de opiniones y el amplio rechazo internacional a la invasión rusa.

4. Afirmación sin evidencia:

Se acusa a los medios occidentales de 30 años de desinformación sin presentar pruebas concretas. Esta táctica busca sembrar la duda sobre la credibilidad de las fuentes de información occidentales.

5. Recurso emocional a la “complejidad”:

Se argumenta que el conflicto es demasiado complejo para ser comprendido por la opinión pública, insinuando que solo Rusia posee la “verdadera” comprensión. Esta táctica busca desanimar el pensamiento crítico y la búsqueda de información independiente.

[m]1. Falacia de la “victoria” inevitable:

Se afirma que Rusia tiene el control total de la situación (“tiene la sartén por el mango”) y que está desarmando a Ucrania de forma metódica. Esta afirmación ignora el principal fracaso militar que ha enfrentado Rusia, su objetivo declarado de 

“tomar Kiev en 3 días”. 

2. Se caricaturiza la postura de Occidente como “triunfalismo” que se está convirtiendo en “pánico” y “desvaríos”. Se construye una imagen falsa del “adversario” para ridiculizarlo y presentarlo como débil e irracional.

3. Falacia de la pendiente resbaladiza:

Se argumenta que la supuesta “derrota” de Occidente en Ucrania llevará a un conflicto más amplio e inevitable con la OTAN, incluso fuera de Europa. Esta falacia busca infundir miedo y justificar la  escalada militar de Rusia, presentándola como una respuesta inevitable a la supuesta agresión occidental.

4. Distorsión de la realidad:

Se afirma que Occidente busca una “fácil guerra por poderes” contra Rusia. Esta afirmación ignora el hecho de que fueron las acciones de Rusia las que iniciaron la guerra y que Occidente está respondiendo a una invasión ilegal.

5. Proyección:

Se acusa a Occidente de “temeridad” cuando es Rusia quien ha demostrado una flagrante falta de consideración por la vida humana y el derecho internacional al invadir Ucrania.

[n]1. Falacia del pacifista único:

“Podemos” y Rafael Poch se autoproclama como la única voz por “paz” (“nunca había existido una necesidad tan urgente de un movimiento social por la paz”), mientras se ignora o desacredita a cualquier otro actor que busque una solución pacífica, especialmente si condena la invasión rusa.

2. Falacia de la falsa dicotomía:

Presenta la situación como una elección entre “guerra” o “paz”, ignorando que:

La paz no se logra con la rendición del agredido (Ucrania), sino con el cese de la agresión (Rusia).

3. Falacia ad hominem:

En lugar de argumentar contra el envío de ayuda militar a Ucrania, se ataca a quienes la apoyan, acusándolos de llevar a una “guerra mayor”. Sólo busca desacreditar al oponente en vez de proponer alternativas viables o  debatir sus ideas.

4. Distorsión de la realidad:

Acusan al “occidente” de buscar la guerra, cuando es Rusia quien inició la invasión y es la única que puede detenerla. Se invierte vilmente la responsabilidad del conflicto para victimizar al agresor.

5. Falacia de la pendiente resbaladiza:

Se argumenta, sin evidencia, que cualquier acción que no sea la derrota de Ucrania llevará a una “guerra mayor”. Utiliza el miedo a un conflicto mayor para justificar la inacción o la capitulación.

6. Manipulación del lenguaje:

Utiliza un lenguaje emotivo (“carnicería”, “necesidad urgente”) para generar miedo e indignación, buscando una respuesta emocional en lugar de un análisis racional.

7. Deslegitimación de la democracia:

Se compara al Parlamento Europeo con sistemas autoritarios como los de China o Corea del Norte, buscando desprestigiar las elecciones y promover la abstención o el voto a opciones marginales.


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