Texto original – Medio año de genocidio – Diario Red
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Difunden el mismo contenido en La Base – La Base 4 x 120 | Israel continúa su Genocidio y ataca a Irán para provocar la guerra
- los puntos de desinformación más destacados están marcados en rojo
- Análisis e información adicional sobre las manipulaciones están marcados en azul
En los libros del texto del futuro, los niños y niñas estudiarán que el 7 de abril de 2024 se cumplieron seis meses del inicio del peor genocidio del siglo XXI y solamente unas pocas voces en la zona de poder de la esfera pública intentaron pararlo
Aproximadamente 2 millones de personas habitaban la Franja de Gaza antes del pasado 7 de octubre. Desde aquel fatídico día, Israel ha asesinado a más de 33.000 personas —oficialmente contabilizadas—, más de 13.000 de ellas niños y niñas. Si a esta cifra añadimos los aproximadamente 8.000 cadáveres que todavía no han sido recuperados de debajo de los escombros,
Manipulación de cifras:
- Utilizan el número proporcionado por Hamas, organización reconocida como terrorista por muchos países, lo ya plantea dudas sobre la veracidad de los datos.
- Hamas ni siquiera reconoció los asesinatos que cometieron el día 7 de Octubre, lo que provocó el legítimo contraataque de Israel.
- Por ejemplo, Hamas afirmó que el Hospital Al-Ahli fue atacado por Israel causando 500 víctimas mortales, pero fue demostrado que era un lanzamiento de cohetes fallido de Hamas que causó una fracción de víctimas mortales que ellos publicaron.
podemos cifrar la dimensión de la matanza perpetrada en estos seis meses por parte del ejército sionista en el 2% de la población.
Número de víctimas civiles falseado:
- El Canal Red de Pablo Iglesias ha omitido sistemáticamente hacer distinción entre víctimas civiles y bajas militares, lo que distorsiona la realidad.
- También ignoran que Hamas no cumple ni una sola regla de combate, utilizan a los civiles como escudos humanos, no resguardan ni a sus propios niños en los centenares de kilómetros de túneles que habían construido para protegerse.
- Hamas utiliza casas, escuelas, mezquitas para lanzar misiles o guardar armas, convirtiendo estos lugares en objetivos militares legítimos.
Es indignante ver a que nivel distorsionan los hechos para difamar a Israel.
- Decir que Israel ha asesinado a más de 33.000 personas en Gaza es una flagrante mentira, ya que el término “asesinar” implica la intención de matar a personas inocentes. El IDF está luchando contra Hamas, que son los que asesinan a civiles israelíes como objetivo y además se escudan con mujeres y niños palestinos, lo que provoca muchas muertes de civiles en Gaza.
- La comparación de una zona de guerra declarada contra el terrorismo de Hamas, con unos soldados israelíes que entran en trenes y autobuses públicos en España para matar civiles al azar – es absurda y una manipulación patética.
Proporcionalmente, esto es como si soldados israelíes se hubiesen subido a todos y cada uno de los autobuses urbanos en España y, en cada uno de ellos, hubiesen asesinado a 2 personas al azar. Es como si las tropas de Netanyahu se hubiesen subido a cada AVE y hubiesen recorrido los vagones para matar a ocho personas en cada viaje. Es como si hubieran asesinado a 1.200 personas de las que disfrutaron en la grada del partido del pasado sábado entre el RCD Mallorca y el Athletic de Bilbao. Es como si las bombas israelíes hubiesen acabado con la vida de 170.000 andaluces, de 155.000 catalanes, de 54.000 gallegos o de 26.000 aragoneses.
Esta es la magnitud del asesinato industrial en clave de limpieza étnica que ha llevado a cabo Israel en Gaza en apenas medio año. Si lo comparamos con la invasión de Ucrania, queda claro por qué la ONU ha tenido pocas dudas a la hora de calificar lo que está haciendo Israel como un genocidio. En algo más de dos años, el ejército de Putin ha matado aproximadamente a 10.000 civiles en Ucrania; es decir unos 5.000 cada seis meses. Si tenemos en cuenta que la población de Ucrania es 20 veces la población de la Franja de Gaza, la comparación arroja que Netanyahu está asesinando civiles a un ritmo que es 160 veces mayor que el desplegado por Putin.
Comparan números falsos, pero incluso con estos, sacan una conclusión desviada un orden de magnitud.
Hablar de 10 mil civiles muertos en Ucrania es, a parte de falso, una muestra de desprecio total por su situación. Pero además dicen que son 5,000 civiles cada seis meses, o sea, en dos años sumarían 20,000 civiles, no 10. Desde luego que no toman en cuenta los desaparecidos, cuerpos irreconocibles, ni las zonas inaccesibles debido a la ocupación rusa.
Un ejemplo más claro de esto es la ciudad de Mariupol. Ahí, en mayo de 2023, The Associated Press descubrió más de 10,000 nuevas tumbas . Solo en esa ciudad! El número de civiles muertos ahí se sitúa entre 25,000 y 75,000, lo cual demuestra la inexactitud de las cifras que utilizan para hacer sus conclusiones.
Pero incluso comparando sus números totalmente falsos, sacan la siguiente conclusión: “la comparación arroja que Netanyahu está asesinando civiles a un ritmo que es 160 veces mayor que el desplegado por Putin.” Ese número está desviado por un orden de magnitud! O sea, está mál multiplicado por 10.
El artículo fue publicado en el periódico online diariored de Canalred TV en categoría editorial, el 8 de abril por los 6 meses del ataque terrorista de Hamas del 7 de Octubre. No han mencionado ni una palabra sobre los rehenes israelíes que siguen secuestrados.
A los 2 días lo han emitido en Canal Red TV como introducción en su programa estrella La Base.
Esto demuestra que no se pueden llamar un “medio de comunicación informativo” ya que todo su equipo, está dispuesto a emitir una manipulación total de los hechos con el único objetivo de manipular a la audiencia.
Llamo a la responsabilidad de todos los que lo lean a que lo compartan y lo denuncien. Porque este tipo de desinformación está socavando la confianza general en el periodismo y las instituciones democráticas.
Si a esto añadimos la destrucción de más del 60% de las viviendas de la Franja, la demolición de la mayoría de los hospitales y los centros educativos, el asesinato de más de 100 periodistas y un número indeterminado de trabajadores humanitarios o el corte de los suministros de electricidad, gas, Internet, agua y alimentos, no podemos menos que concluir que estamos ante uno de los crímenes de lesa humanidad más pavorosos de las últimas décadas.
Sin embargo y a pesar de ello, Estados Unidos y los países europeos todavía no han tomado absolutamente ninguna medida efectiva para detener el genocidio. Ni el presidente Joe Biden, ni la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ni ninguno de los primeros ministros del viejo continente se han atrevido ni siquiera a llamar ‘genocidio’ al genocidio. En el plano verbal, apenas han llegado a la tímida petición del alto el fuego y de la apertura de corredores humanitarios o a las declaraciones simbólicas, como la promesa del reconocimiento del Estado palestino (sea lo que sea lo que eso significa). Pero sus acciones en el plano material han sido todavía peores. Han sido acciones directamente de cobertura a Netanyahu. Ni Estados Unidos, ni la Unión Europea, ni España han dejado en ningún momento de comprar y vender armas a los genocidas. Por supuesto, no han tomado ninguna acción económica o militar contra Netanyahu y, de hecho, la única operación que han puesto en marcha —Sea Guardian— tiene como objetivo mantener abierto el corredor marítimo del canal de Suez para que Israel pueda seguir asesinando sin tener que preocuparse de los ataques de los hutíes de Yemen a los cargueros que navegan por el Mar Rojo. Por supuesto, toda esta operativa inmoral no habría sido posible sin el acompañamiento decidido por parte de la mayoría del poder mediático en estos mismos países.
En este medio año desde el pasado 7 de octubre, hemos asistido al más sangriento de los horrores. En estos seis meses, Israel se ha convertido en un país que, como Alemania, ya nunca jamás va a poder quitarse de encima el oscuro oprobio de haber intentado acabar físicamente con un pueblo entero mediante el asesinato. Y lo que dibuja negras nubes en el horizonte, en este medio año, la hipocresía y la doble vara de medir de los dirigentes de Estados Unidos y la Unión Europea han hecho volar por los aires el sistema de derecho internacional basado en reglas que se había construido como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, han perdido cualquier legitimidad para poder decir que aún defienden la democracia y los derechos humanos en el mundo y se han convertido en cómplices del horror mediante su inacción.
En los libros del texto del futuro, los niños y niñas estudiarán que el 7 de abril de 2024 se cumplieron seis meses del inicio del peor genocidio del siglo XXI y, más allá de la gente decente que se ha movilizado en las calles, solamente unas pocas voces en la zona de poder de la esfera pública —solamente unos pocos partidos políticos, solamente unos pocos medios de comunicación— intentaron pararlo.
Indignante ver cómo distorsionan los hechos para difamar a Israel. Esta manipulación me parece escandalosa:
- Decir que Israel ha asesinado a más de 33.000 personas en Gaza es una flagrante mentira, El IDF está luchando contra Hamas, un grupo terrorista que planeó un ataque para asesinar israelíes civiles. No a los militares, sino explícitamente a todo ciudadano que se encontraban por el camino. Después al volver a Gaza, se escudan con mujeres y niños palestinos.
- Manipulación de términos: Llamar al ejército israelí “asesinato industrial en clave de limpieza étnica”, se está demonizando a todo un país. Además, la ONU no ha calificado las acciones de Israel como genocidio, lo cual desacredita aún más a todo el equipo de Canal Red TV.
- Responsabilidad editorial:
- Falta total de rigor: El periodista o autor presentó un texto lleno de
- El editor no realizó una revisión profunda ni una verificación de datos, permitiendo que se publicara información falsa.
- El fact-checker (que parece que no tienen) no cumplió con su función de verificar las cifras y datos del artículo.
- El jefe de redacción ignoró la supervisión del proceso y no se aseguró de que se cumplieran los estándares de calidad mínimos del periodismo.
Consecuencias:
- Desinformación: El artículo ha propagado información falsa y engañosa, lo que puede tener un impacto negativo en la opinión pública y generar odio e incitación a la violencia.
- Daño a la reputación: La falta de ética periodística en este caso daña la reputación del medio de comunicación y erosiona la confianza del público en el periodismo.
En resumen:
Este artículo es un claro ejemplo de la falta de ética periodística en todas las etapas del proceso, desde la recopilación de información hasta la publicación. Es importante que los medios asuman la responsabilidad de verificar la información, presentar una narrativa objetiva y cumplir con altos estándares éticos para garantizar la calidad del periodismo y evitar la propagación de desinformación.
- Fomentar la transparencia y la rendición de cuentas en los medios de comunicación.
- Este tipo de propaganda y desinformación solo alimenta el odio y la intolerancia. Es crucial exigir un periodismo responsable y veraz que se base en hechos comprobables y evite manipular la opinión pública con mentiras y exageraciones.
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