Manipulaciones de “descifrando la guerra”
Texto original de descifrandolaguerra.es
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El Congreso estadounidense da un respiro a Ucrania tras aprobar el paquete de 60.000 millones de dólares

La aprobación del paquete de 60.000 millones de dólares de ayuda a Ucrania en el Congreso estadounidense permite insuflar cierta esperanza para un ejército ucraniano en horas bajas. La falta de munición, sistemas de armas y personal había provocado que la moral de los ucranianos cayese profundamente, con escasas esperanzas de poder resistir el empuje del ejército ruso. Ahora, Kiev puede aliviar la presión de todo el frente gracias a la llegada del material militar estadounidense, vital para mantener el esfuerzo de guerra.
Con 311 síes y 112 noes, finalmente el Congreso dio luz verde al paquete que llevaba meses bloqueado por el sector republicano más vinculado a Donald Trump. La Administración Biden, consciente del estado de desesperación de las Fuerzas Armadas ucranianas tras el fracaso de la ofensiva de primavera-verano y el subsiguiente desgaste, presionó para su aprobación. Las cifras son considerables, siendo el más grande hasta la fecha por parte de Occidente. Es posible que Washington quisiera poner esta cantidad teniendo en cuenta que en un contexto electoral no podrán seguir manteniendo la ayuda con tanta facilidad. Viendo el tiempo transcurrido hasta la aprobación de este fondo, seguramente estén en lo cierto.
La ayuda asciende a 60.000 millones de dólares divididos en diferentes partidas; 20.000 millones para la reposición de munición y equipos estadounidenses enviados a Ucrania; 15.000 millones para entrenamiento, inteligencia y el incremento de la presencia estadounidense en el este europeo; 14.000 millones para la compra de munición y equipo militar destinado a Ucrania; 8.000 millones para apoyo financiero a Kiev; 1.600 millones para aumentar las defensas antiaéreas y marítimas ucranianas; y 1.600 millones para apoyar el desarrollo económico ucraniano. Si bien es cierto que solo 15.600 millones de estos fondos están dirigidos directamente al apoyo militar a Ucrania, las cifras siguen siendo significativas, especialmente en comparación con el paquete de ayuda de 50.000 millones de la Unión Europea para un período de cuatro años.Para ampliar: La guerra se agrava para Ucrania: escasez de munición, fatiga de los aliados y ofensiva rusa
Tras la votación en el Congreso, será el Senado quien deba aprobar el paquete antes de que el presidente Biden lo ratifique con su firma. En este sentido, Washington ha tomado medidas para agilizar el proceso burocrático y preparar la logística de los envíos a Kiev con el objetivo de que tengan un impacto lo más rápido posible en el campo de batalla. Es especialmente notable la llegada de sistemas de artillería y munición de calibre 155 milímetros, así como los sistemas de defensa antiaérea y sus municiones, junto con misiles de corto y medio alcance. Estas son necesidades cruciales que el liderazgo ucraniano ha estado solicitando durante meses.
Sin embargo, el paquete de ayuda no quiere decir que los problemas desaparezcan para Kiev. El ejército ucraniano seguirá necesitando que siga el flujo de ayuda. En este sentido, Washington espera que sean sus socios europeos quienes aumenten los envíos a Ucrania. Asimismo, sigue estando el problema de la falta de personal de las Fuerzas Armadas ucranianas.
La entrada en vigor de la nueva ley de movilización puede aliviar la presión, pero sin medidas más drásticas de reclutamiento –algo que el presidente Volodímir Zelensky no quiere aplicar para no perder su popularidad– es complicado pensar que los ucranianos puedan gozar de números suficientes para realizar operaciones ofensivas de gran calado. Por último, también está el hecho de que el ejército ruso seguirá imponiendo su superioridad numérica en tropas y en recursos militares gracias a su economía de guerra y la ayuda de socios como China, Irán y Corea del Norte. La amenaza de una gran ofensiva rusa en primavera-verano sigue sobrevolando sobre Kiev.

Falacias y tergiversaciones:
- Exageración de la desmoralización ucraniana: El artículo presenta la situación del ejército ucraniano como desesperada, con una moral “en horas bajas” y “escasas esperanzas”. Esta descripción ignora la determinación del pueblo ucraniano de defender su país y la resistencia de las fuerzas ucranianas, que a pesar de las dificultades, siguen siendo capaces de repeler ataques rusos.
- Minimización de la amenaza rusa: El texto menciona brevemente la posible ofensiva rusa de primavera-verano, pero no hablan de la gravedad de la amenaza, ni de los crímenes de guerra perpetrados contra la población civil ucraniana. Esta omisión pretende minimizar el impacto del conflicto y desviar la atención de las responsabilidades rusas.
- Tergiversación de la ayuda estadounidense: El texto presenta la ayuda estadounidense como la única esperanza de Ucrania, ignorando las enormes contribuciones de otros países. Además, sugiere que Estados Unidos tiene intereses ocultos en la región. Esta tergiversación busca desacreditar el apoyo internacional a Ucrania y sembrar dudas sobre las motivaciones de los aliados.
Manipulación por omisión y lenguaje sesgado:
- El lenguaje utilizado: El texto emplea un tono pesimista y desesperanzador, con frases como “horas bajas”, “moral cayese profundamente” y “escenario desolador”. Esta elección de palabras busca crear una atmósfera de desánimo y socavar la confianza en la capacidad de Ucrania para defenderse.
- Falta de contexto: Se omiten deliberadamente datos relevantes como las victorias ucranianas en el mar Negro, los crímenes de guerra rusos y el apoyo global a Ucrania. Esta falta de contexto favorece la narrativa rusa de una Ucrania débil y sin esperanza.
La imagen como herramienta propagandística:
- Selección deliberada: Se utiliza una fotografía antigua y descontextualizada del 2014 para presentar una imagen falsa del conflicto actual. Esta elección deliberada busca desinformar a la audiencia y minimizar la gravedad de la situación actual en Ucrania.
- Falta de reflejo de la realidad actual: La foto no refleja la realidad actual de la guerra, donde los bombardeos diarios a objetivos civiles son la nueva táctica común por parte de Rusia. La destrucción de las dos centrales eléctricas más importantes del país y el ataque del 22 de marzo que dejó a más de un millón de personas sin energía son ejemplos claros de esta estrategia.
Doble rasero en la cobertura informativa:
Resulta evidente el contraste en la cobertura informativa de este medio en comparación con otros conflictos, como el de Gaza. En este último, las imágenes muestan la destrucción y el sufrimiento de la población civil de manera directa e impactante. Esta disparidad en el tratamiento visual refleja un sesgo ideológico y una falta de compromiso con la objetividad informativa.

Conclusión:
El artículo analizado constituye un claro ejemplo de propaganda rusa que busca desmoralizar al pueblo ucraniano, desacreditar el apoyo internacional a su causa y desviar la atención de las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas.
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